Quizás éste sea el aspecto más importante que caracterice al mexicano, la familia, y sin duda representa gran parte de como se de el desarrollo de la psicología de cada individuo; dentro de este aspecto podemos decir que hay muy pocos países que tengan tan arraigado el apego a la familia como en nuestro país, casi estamos hablando de una relación edípica a lo largo de toda su vida en la mayoría de los casos.
A lo largo de los años... ¿Qué ha sido la familia mexicana? ¿Ha ido cambiando en algo? Si es así ¿Como ha ido cambiando'? Para responder a estas preguntas considero que podemos considerar un punto de partida de lo que fue el siglo XX al siglo XXI, pues es durante estos tiempos donde más se verán ciertos comportamientos muy marcados y la transición de uno al otro de manera más "rápida" por decirlo de alguna manera. Durante casi todo el siglo XX la familia mexicana fue el núcleo de la sociedad, y aun podemos decir que esto no ha cambiado del todo, igualmente lo era antes del siglo XX, aquí el hombre era el proveedor, el jefe, líder del hogar, el que regía por encima de los demás y era muy normal que hasta se le tuviera miedo, la madre era la típica figura abnegada, dedicada a la casa, a los niños y a complacer en su esposo en lo que éste le pidiera pues era quien los mantenía y tenia ese "derecho" de decisión o acción, no solo dentro del hogar, sino fuera también, ante la sociedad el esposo podía presentar ciertas conductas que le aceptarían más que a la mujer. Esto a modo general y tradicional por decirlo de manera breve, lo que claramente incentiva conductas de superioridad en el mexicano, de sometimiento a la mujer o de manera general, machismo y arrogancia.
por otro lado tenemos la transición del siglo XXI, donde ya está más remarcada la independencia y capacidad de la mujer para progresar más allá del hombre o de su cuidado, claramente aun hay familias tradicionales, pero actualmente la familia mexicana ya no es solamente aquella descripción clásica del siglo pasado, la familia ahora es más compleja, no quiere decir forzosamente que de manera positiva, simplemente se ha vuelto más compleja; ahora hay más madres solteras, algunas mujeres y hombres ya no quieren tener hijos, ocupan cargos importantes en diferentes rubros laborales y algunos hombres han aceptado cabalmente ese lugar que por derecho le era bien merecido a la mujer, mientras que otros aun mantienen las convicciones, ideas y/o creencias que se le fueron inculcadas, lo que genera una división en sus relaciones con personas del sexo opuesto. esta idea de ir dando fin con el linaje familiar también se ha vuelto popular en ambos sexos, adoptando un poco más la cultura de competencia que se ve en países como Estados Unidos y dejando atrás ese contexto de unión familiar muy denotante y vital para casi el 95% de todos los mexicanos que alguna vez fue, y si bien se mantiene, ahora abre paso a un individualismo y materialismo exacerbado.
Es indudable que cada quien sienta preferencia por vivir su vida de alguna u otra manera y con quien quiera, generar o no generar vínculos familiares, pero considero que la cultura de México tan fuerte por la familia a pesar de las tendencias europeas o de Estados Unidos no es algo que vaya a cambiar drásticamente por lo pronto, se siguen viendo cambios que irán dándose con el paso de los años o décadas, cabe recalcar que no podemos decir si eso es totalmente bueno o malo, simplemente es un fenómeno que se ira evaluando en función del desarrollo en múltiples ámbitos de las futuras generaciones que gobiernen al país, generaciones que parecen ir más enfocadas hacia la competitividad, la independencia, el éxito profesional y demás cuestiones que como ya se dijo, apuntan hacia un individualismo como los presentes en países europeos; pero por lo pronto, la familia sigue siendo el motor que impulsa al mexicano a salir adelante en su trabajo, aun más reforzada su unión por la presencia de la religión esencialmente católica, mueve a los padres y madres de familia para levantarse de la cama y seguir con esa concepción del mexicano trabajador y entregado a los suyos. .
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